jueves, 20 de mayo de 2010

Por qué escribo


Escribir es una muy buena manera de expresarse... de “sublimar” l esas mareas de sensaciones que una tiene adentro. Quizás, mediante el mundo mágico de las palabras y sus infinitas posibles combinaciones sintagmáticas se logra ser lo que el mundo “real” no o las “circunstancias” no nos deja ser... Este es un escape. Mi posible escape hacia otro órden de las cosas, hacia al mundo mirado desde otra manera...
Este mundo que nos ofrece todo tan predeterminado ,todo ya hecho, las identificaciones ya identificadas, los lugares ya escogidos, las acciones esperadas; donde ya no somos hombres máquina, sino casi autómatas y creemos que debemos darle al mundo “eso” que él espera de nosotros. Es, acaso, que ya no hay cabida para el ejercicio filosófico de ¿Cuál es mi lugar en el mundo?... ¿Es que ya no existe ese interrogante? ¿O es que el la vertiginosa cotidianeidad no nos deja tiempo para preguntarnos qué somos... Y QUÉ QUEREMOS SER?
La vida sólo es una, es limitada y no existe certeza de dónde está ese línea que marca el comienzo del territorio de todos los interrogantes... no sabemos que hay más allá. La oportunidad de SER está acá y es ahora.
Siento que no tengo lugar en el mundo... lo que tengo para ofrecer, para decir, y mucho de lo que soy no tiene espacio ene este mundo. Deber ser porque no es exitoso, ni marquetinero; ni tan “estético” como debería ni tampoco tan sencillo de entender como una infografía en clarín . Y mucho menos ofrece un horizonte de tranquilidad precariamente construida para hacer de placebo ante lo cotidiano. Nadie quiere ver la cara oculta de un tapiz: esa imagen molestaría demasiado... Mi lev motive pasa por ese entramado ignorado y mi sueño consiste en que sea menos desconocido; o, al menos, voluntariamente desconocido, rechazado, ignorado. Que queden al descubierto los mecanismos que ponen a andar a esta sociedad y que cada cual haga con se saber lo que más le plazca: reprimirlo, subvertirlo, transformarlo mediante el arte, estudiarlo o simplemente ignorarlo, pero porque hay un acto consciente que elige el mundo así cmo se lo presentan y se lo hacen asequible. ¿utopía?... Cada vez pienso más que si y es justamente por eso que no encuentro cuál es mi lugar en este planeta... Se que no quiero “normalizarme” y resignarme y ser un engranaje en la ¿perfecta? maquinaria de un mundo que , por ejemplo, no acepta la diversidad, al otro: lo agobia. Somos en tanto nos relacionamos

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